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Barcelona

Barcelona hay que vivirla. Multicultural, artística, moderna, siempre con color y siempre a la vanguardia. Su condición de puerta a la Europa mediterránea subraya su valor cosmopolita, de ciudad que vive de día y de noche y está inmersa en una imparable actividad durante todas las temporadas del año

2016-07-18

Pisar las calles de Barcelona se convierte en un verdadero paseo por la historia, el arte y el diseño. Podemos empezar en la zona emblemática del Modernismo, Del Eixample, pasando por el bullicioso barrio de Gràcia y acabar aterrizando en el barrio Gótico. También podemos visitar museos como el de Dalí, o el Picasso pero lo característico de la ciudad es que prácticamente es un museo al aire, desmembrado, con sus obras de arte repartidas por toda la urbe. ¿El culpable de ello? Gaudí. Así nos encontramos con la Casa Batlló, el Parque Güell o, por supuesto, la inacabada Sagrada Familia.

Una de las mejores maneras de conocer Barcelona es en bicicleta; está considerada una de las mejores ciudades para las dos ruedas por sus infraestructuras y su servicio de ‘bicing’. Por ejemplo, se puede dar la vuelta completa a la ciudad por la franja marítima y la Diagonal en apenas una hora. La bicicleta permite trasladarse rápidamente entre diferentes puntos y disfrutar de cada uno de sus rincones y curiosidades; es una urbe que requiere tener los ojos bien abiertos ya que en cualquier esquina, en los tejados o en las paredes, muchos artistas encuentran un soporte para sus obras. El buen clima ayuda a ello ya que la mayor parte del año, se disfruta de un tiempo agradable.

Se puede decir que Barcelona mezcla lo mejor del norte y lo mejor del sur, ya que siendo una ciudad europea privilegiadamente rica, goza de una actividad y un ambiente festivo y abierto más mediterráneo que nórdico. Esta simbiosis también se nota en el paladar: de los reconocidos y laureados sabores españoles, el catalán es uno de los más aclamados: la gastronomía catalana es una mezcla de gustos rústicos y vanguardistas en su justa medida. Así, los platos absorben el buen producto de los Pirineos y el equilibrio de la dieta mediterránea.

Los chefs catalanes son considerados mundialmente de los más creativos e innovadores. La revolución de la gastronomía española iniciada en el País Vasco tuvo su continuación y depuración en Cataluña. Es destacable la fidelidad a las raíces catalanas en el tratamiento del alimento y su preparación con técnicas e instrumentos nuevos. En Barcelona, además de los numerosos restaurantes, el Mercado de la Boquería es buen representante de esta gastronomía tan a la última pero tan respetuosa con los orígenes.

Pero la comida no se asienta de manera excelente hasta que no se vive la noche barcelonesa. Hay que tener en cuenta que la fiesta funciona según barrios; por ejemplo, es más cosmopolita la zona del Maremagnum y es más ‘catalán’ el ambiente nocturno del barrio de Gràcia. Lo que sí está claro que la música es algo que le viene en el alma a Barcelona y sino, que se lo pregunten a Joan Manuel Serrat, ‘el noi de Poble Sec’, uno de los muchos talentos nacidos de esta tierra de espíritu multicultural.

http://www.traveler.es/guias/europa/espana/barcelona

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