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Siete caminos y un destino: Santiago

La provincia puede presumir. Por león transcurren nada menos que siete rutas jacobeas para llegar a santiago. Trazados que cada año reciben a miles de peregrinos que después se convierten en embajadores de esta tierra siguiendo los pasos del apóstol caminante

2016-10-16

A.G. VALENCIA
16/10/2016

Siete caminos y un destino: Santiago de Compostela. La provincia puede presumir de atesorar en cientos de kilómetros y decenas de pueblos y ciudades enclaves dentro de las rutas jacobeas. Cada año miles de personas se calzan las botas para emprender paso a paso el itinerario hasta la ‘casa’ del apóstol. Miles de peregrinos que por una u otra vía recalan en León. Todos los caminos pasan por aquí y la provincia se sabe custodia de un legado que hay que cuidar y proteger.

De Este a Oeste y de Norte a Sur, León está lleno de puntos para hacer un alto en el camino, para conocer sus paisajes y sobre todo para «conservar la espiritualidad jacobea», como explica el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago y presidente de la asociación leonesa Pulchra Leonina, Luis Guitiérrez Perrino.

Por la provincia atraviesan nada menos que siete rutas que llevan a Santiago. Todas, dentro o fuera de nuestros límites, acaban conectando con el Camino Francés para morir en Santiago. Para llegar a Compostela casi se hace obligatorio pasar por León.

Empezando por el Este, el primer camino que en la provincia recibe a los peregrinos es el Camino de Madrid. Esta ruta tiene por León un trazado muy corto. Pasa por Grajal de Campos y muere en Sahagún. «La asociación que se encarga de su mantenimiento es Iacobus», asegura Perrino, quien destaca que la singularidad de este trazado es su conexión con el Camino Francés en la villa facundina, después de atravesar Madrid, Ávila, Segovia, Palencia y Valladolid.

La guinda del pastel es, sin duda, el Camino Francés, que llega a la provincia por el alto del Carrascal. Es la ruta más transitada. La primera en cualquier ránking. Patrimonio de la humanidad y tesoro para los leoneses. Así lo cantan también los datos. Y es que cada año llegan a Santiago casi 300.000 peregrinos, de los cuales una gran mayoría camina por la provincia. Cuenta Perrino que desde el alto del Carrascal ya se vislumbra Sahagún y desde ahí la ruta sigue por puntos tan emblemáticos como Mansilla de las Mulas, León, Hospital de Órbigo, Astorga, Rabanal, Foncebadón, Molinaseca, Ponferrada y Villafranca hasta despedirse de la provincia en La Laguna de Castilla para entrar ya de lleno en Galicia.

«Si hay un enclave singular lleno de espiritualidad jacobea es la Cruz de Ferro en Foncebadón», subraya este experto. Aquí llegan cada día decenas de visitantes que, en muchos casos y como cuenta la tradición, traen de casa una piedra con sus peticiones.

Para todo lo que se necesita en estos más de 200 kilómetros — León atesora una cuarta parte de todo el Camino Francés y la Comunidad el 52%— hay cuatro asociaciones, Pulchra Leonina, Amigos del Camino de Astorga y Comarca, Iacobus y la asociación del Bierzo. Ellas, cuenta Perrino, se encargan de todo lo que necesita el peregrino, información sobre la ruta, el paisaje, señalización o entregar las credenciales.

El Camino Francés cuenta en León con dos variantes, una que sale a la altura de Calzada del Coto y llega a Mansilla de las Mulas, que se denomina Vía Trajana porque sigue un antiguo itinerario romano, y otra que se ha bautizado como Calzada de los Peregrinos y que se desvía en La Virgen del Camino hasta Villar de Mazarife y Hospital de Órbigo. Esta bifurcación «esta tomando impulso debido a que el camino tiene que convivir con la N-120».

El Camino, además de todos los alicientes históricos y espirituales que aglutina, es una fuente de ingresos, de desarrollo económico y de impulso turístico. Todos los peregrinos que pasan se convierten en embajadores de esta tierra y en potenciales visitantes. «Es un recurso que hay que cuidar», enfatiza Perrino, quien reconoce que este camino sigue un modelo (hecho a sí mismo durante siglos) que otros países como Italia o Japón quien copiar.

El Camino Francés está lleno de hitos, desde la Cruz de Ferro que es internacional, a otros muchos enclaves donde hay que pararse. En este sentido, una de las singularidades leonesas en la misa del peregrino que se ofrece en San Isidoro. Se hace la tradicional bendición y se pide por la protección de los caminantes.

El siguiente trazado que enlaza con el Francés en Astorga es la Vía de la Plata. Entra poco antes de La Bañeza y muere en la capital maragata. En esta ruta hay dos asociaciones, los Amigos de Astorga y Comarca y la asociación Monte Urba de La Bañeza.

La singularidad es que la Vía de la Plata sigue el viejo trazado romano y va recogiendo a los peregrinos que vienen desde Andalucía, Salamanca o Zamora. La Vía de la Plata es la cuarta en el ránking de todos los caminos que llegan a Santiago. Lo encabeza el Camino Francés, seguido del Portugués y del Camino del Norte.

No queda aquí y por la provincia también atraviesa el Camino de San Salvador, que discurre entre León y Oviedo. Delante del parador de San Marcos están las flechas que bifurcan el trazado y en el suelo está la leyenda. «Es relevante porque San Marcos era el hospital de peregrinos más importante que existía», explica Perrino, y desde aquí había quien se dirigía a Oviedo a venerar las reliquias y quienes seguían a Santiago. «De ahí el dicho, comenta; el que va a Santiago y no al Salvador visita al criado y no al Señor». Del cuidado de esta vía se encarga la agrupación de municipios San Salvador.

Sigue la provincia con el Camino de Invierno, cuidado por la asociación del Bierzo, y cuya finalidad era evitar la dureza de El Cebreiro en los fríos meses de invierno. Sale de Ponferrada y se reengancha al Francés ya en Galicia.

Pero, si una de las rutas espera tener auge en 2017, esa es la Vía Vadiniense (de Mansilla a Cistierna para terminar en Liébana, Cantabria). El próximo año es Año Santo Lebaniego y se espera que sean muchos los peregrinos que se enganchen al francés desde este itinerario. Los responsables del cuidado de esta ruta es la Asociación Ruta Vadiniense.

Para cerrar este inmenso mapa solo nos queda el Viejo Camino, Camino Olvidado o Camino de la Montaña Oriental Leonesa, que discurre desde Puente Almuhey a Villafranca. Cuentan que durante la Reconquista era el trazado más seguro por lo sinuoso del terreno. Cuatro Valles y las asociaciones Camino Olvidado y Viejo Camino están trabajando en su impulso y puesta en valor.

Siete rutas pero un lenguaje universal. ¡Buen Camino!

http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/siete-caminos-destino-santiago_1106999.html

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